Jae Heydari: De astucia y ambición
La luz del Emperador, que Su gracia bendiga a Sus indignos súbditos, es más radiante que mil soles, y, sin embargo, cuanto más poderoso es su resplandor, más densas son las sombras negras que se arremolinan en las fronteras de Su vasto imperio. Allí, en el crepúsculo, habita la peor turba de la sociedad. Contrabandistas, ladrones y asesinos se arrastran como insectos, colaborando en un momento y matándose al siguiente, pues sus ojos no perciben la verdad y sus corazones solo contienen rencor y avaricia. Pero incluso entre esta escoria se han alzado algunas personas dispuestas, por un precio nada módico, a aventurarse en busca de tesoros que los menos osados nunca se atreverían a tocar. Estos canallas al límite de la ley imperial reciben el nombre de comerciantes en frío.
Algunos individuos permitirían felizmente que los cimientos de mundos enteros se derrumbaran a cambio de la oportunidad de vivir en libertad, sin las órdenes de la máquina desalmada del Imperium. Siguen su propio camino, siempre en una empinada cuesta arriba, y ascienden por encima de rivales menos hábiles y con menos labia. Ponen su suerte a prueba una vez tras otra. Forman alianzas cuestionables y venden sus almas por partes para acceder a la más mínima oportunidad. Finalmente, después de años, puede que lleguen a las puertas de la libertad... o no, si no han osado adentrarse hasta las entrañas de la xenoherejía, si han dudado a la hora de arriesgarlo todo, desde su ropa interior hasta su misma vida. Una vez te catalogan como escoria criminal, tu única opción es ser el mejor de todos ellos.
Jae Heydari es una de las joyas de Paso, un eslabón en la cadena de la misión de Kasballica de los comerciantes en frío y una mujer de numerosos talentos e insondables misterios. Es la crema y nata de la escoria de la Extensión de Koronus, una negociadora experimentada y una mediadora en el comercio con los enemigos de la Humanidad. Jae se ha ganado el respeto de gran parte del inframundo de Paso y el odio eterno de sus rivales menos afortunados. Nunca deja pasar una oportunidad de silenciar a uno de sus enemigos y alejar de sí sus afilados cuchillos. La influencia de un Comerciante Independiente sería el arma perfecta, pues, ¿quién osará oponerse al titular de una Patente de Comercio, uno de los ungidos del mismísimo Emperador, enviado por la providencia a ayudar a Jae Heydari? Suponiendo, claro, que el Comerciante Independiente esté dispuesto a añadir a una persona de reputación tan dudosa a su comitiva.
Junto al Comerciante Independiente, Jae zarpará hacia las lejanas estrellas en busca de riquezas incalculables e incontables enemigos. Independientemente de sus extensos conocimientos sobre todo lo que engloba el concepto de "xenoherejía" e independientemente de que su locuacidad sería capaz de contener la furia de un daemon, Jae es una socia cuya honradez e integridad son indiscutiblemente inexistentes. Puedes ver las sombras tenebrosas de su pasado en su mirada y los reflejos de su futuro parecen destellos de luz sobre el acero. Al final, dependerá del Lord Capitán, que el Dios Emperador le proteja de todo mal, si quiere confiar a esta señora sus negocios, su dinero y, esencialmente, su vida.